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El proyecto pionero
CRIMIMENTES nació como un proyecto de Fin de Grado del Grado de Criminología, cuya investigación se prolongó durante tres convocatorias debido a la ingente cantidad de datos recopilados y a los sucesos mediáticos que se produjeron durante la misma, que constantemente requerían actualización. El proyecto se distinguió por su innovación metodológica y su enfoque victimológico, lo que le valió la máxima calificación académica. Desde el inicio, se planteó como una herramienta para analizar fenómenos sociales y criminales desde una perspectiva ética y científica, teniendo muy presente la perspectiva victimológica y se convirtió en un espacio de investigación aplicada, capaz de detectar patrones, discursos y dinámicas sociales en entornos digitales.
En CRIMIMENTES fuimos pioneros en el uso de redes sociales como herramienta de investigación para analizar cómo se narran los fenómenos criminales y cómo se representan las víctimas en el espacio digital. Esa apuesta innovadora permitió abrir un campo de estudio prácticamente inexplorado en España.
Desde sus inicios, la iniciativa se planteó como un trabajo independiente, libre de condicionamientos externos, con el objetivo de mantener una mirada crítica y ética sobre cómo se narran los hechos criminales.
Con el tiempo, la necesidad de sufragar proyectos de investigación, garantizar recursos materiales y contar con personal especializado hizo evidente que para sostener esta labor era imprescindible dotar a CRIMIMENTES de una estructura estable. Por ello, se decidió transformar el proyecto en empresa como medio para asegurar la continuidad de un trabajo que, desde su finalización educativa, se realizaba de manera gratuita y voluntaria.
La decisión responde también al compromiso de mantenerse al margen de subvenciones, patrocinios o apoyos institucionales que pudieran condicionar la independencia del proyecto. Al optar por un modelo empresarial, CRIMIMENTES puede ejercer su labor con plena autonomía, garantizando que su prioridad siga siendo la protección de las víctimas, la prevención de la revictimización y la promoción de narrativas responsables en medios, editoriales y organizaciones.
En definitiva, convertirse en empresa ha sido la forma de dar sostenibilidad a una iniciativa pionera en España, que busca aportar rigor académico y sensibilidad victimológica al tratamiento del crimen en el espacio público, sin renunciar a su independencia ni a su misión social.
La experiencia adquirida en el ámbito universitario y posteriormente en entorno aplicado, se transformó en servicios especializados dirigidos a medios de comunicación, editoriales, productoras audiovisuales, empresas y organizaciones, con el objetivo de trasladar el conocimiento criminológico y victimológico al espacio corporativo y mediático.